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Difusión

Patentes y modelos de utilidad (2022-2023)

viernes, 27 septiembre 2024

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Sobre el resultado del proceso de innovación, uno de los escasos datos disponibles son los diferentes títulos de propiedad industrial, cuya información a escala regional se limita al número de las solicitudes registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Es obvio que la explotación estadística de ese registro público podría enriquecer sustancialmente los datos disponibles sobre las CCAA: solicitantes, titularidad pública o privada, si han sido o no implementadas en el tejido productivo, sectores, tipo de tecnología… Lamentablemente, en la actualidad, esa posibilidad no deja de ser un piadoso deseo. En la presente entrega, nos referiremos a las patentes y modelos de utilidad. Hemos seleccionado el último bienio con información disponible (2022-2023), para atenuar las amplias oscilaciones interanuales del flujo de solicitudes realizadas en las CCAA.

Una patente es un título que garantiza un alto grado de protección a una invención mediante el derecho a explotarla con exclusividad por un periodo de 20 años. Las innovaciones que, en cualquier campo tecnológico, impliquen una alta actividad inventiva y sean nuevas y susceptibles de aplicación productiva son patentables. Los modelos de utilidad suponen una relajación de los requisitos exigidos a las patentes, protegiendo innovaciones con inferior creatividad que, suelen consistir en mejoras de productos preexistentes, reduciendo la exclusividad de la aplicación a 10 años y limitando la cobertura al territorio nacional. Así pues, desde un punto de vista teórico, las primeras son jerárquicamente superiores a los segundos por lo que, es posible que el impacto productivo de los modelos de utilidad sea superior al de las patentes.

El Gráfico 1 ofrece las cuotas regionales en eso dos productos de la propiedad intelectual, determinando la ordenación la fracción correspondiente a las patentes. Las cuatro grandes comunidades –C. Madrid, C. Valenciana, Andalucía y Cataluña– aportaron en torno a las dos terceras partes de ambos capítulos en el total español de solicitudes en el bienio 2022-2023. La Región de Murcia se sitúa en una digna e inusual posición (8ª), con una media anual de 39,5 patentes en el bienio, lo que da lugar a una participación del 3,5% en el total nacional; en modelos de utilidad, las cifras respectivas son 95 y un 3,8%. Destaca el hecho de que nos situemos a continuación del País Vasco que, como es sabido, es la comunidad española con un mayor gasto en I+D en términos de PIB (2,23% en 2022), y que dobla al registro murciano (1,08%). En principio, debería conllevar que la eficiencia del proceso de I+D+i es mucho más elevada en nuestra comunidad que en la vasca.

En el Gráfico 2 se proporciona una ratio porcentual, cuyo numerador es la cuota de cada autonomía en los dos títulos considerados y el denominador es su peso productivo (% del PIB nacional[1]). Por tanto, si este indicador = 100, implica que ambas proporciones coinciden. El máximo de patentes se emplaza en Navarra (181,1%), lo que significa que su participación en las solicitudes nacionales supera en algo más de un 80% a su aportación al PIB español. El mínimo corresponde a Extremadura (32,1%) y, por tanto, la primera proporción ni tan siquiera alcanza la tercera parte de su contribución productiva. Pero lo que hay que resaltar es el puesto de la Región de Murcia (3º), con una ratio del 132,8%, por detrás de la Comunidad Valenciana, con un nivel sensiblemente mayor (172,8%).

En cuanto a los modelos de utilidad, Castilla y León ostenta el máximo (177,4%), emplazándose el mínimo en Cantabria (55,7%). La Región de Murcia se vuelve a ubicar en la tercera posición, con un diferencial relativo más favorable (141,9%) que en las patentes, volviendo la Comunidad Valenciana a situarse en la segunda posición (162,5%).

En suma, se trata de dos datos muy favorable para nuestra comunidad. Desgraciadamente, no hay ninguna información que nos pueda aproximar a una estimación que evalúe el impacto de las solicitudes en las estructuras económicas de las CCAA porque, hay patentes y modelos de utilidad de todas las especies. Si esa tecnodiversidad se repartiese de forma relativamente homogénea entre las regiones españolas habría razones para albergar un esperanzador optimismo.


[1] Último año disponible. La Contabilidad Regional de España se caracteriza por una oferta que acumula un notable retraso temporal respecto a la Contabilidad Nacional de España, que se acentúa con la Contabilidad Nacional Trimestral de España. Por no hablar de las continuas y abultadas revisiones de los últimos años.

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