En la newsletter anterior hicimos una radiografía de dos títulos de la propiedad intelectual, que se consideran invenciones: patentes y modelos de utilidad. En la presente, complementaremos el panorama con otros dos: marcas y diseños. Una marca es un título que concede el derecho exclusivo al uso de un determinado signo para la identificación de un producto en el mercado con el fin de diferenciarlo de los ofrecidos por la competencia. Un diseño concede a su titular un derecho exclusivo sobre la apariencia total o parcial de un producto, a partir de ciertas características: líneas, contornos, forma, textura, materiales… Tanto las marcas como los diseños son dos de los principales instrumentos en la estrategia competitiva basada en la diferenciación de producto, que tiene como objetivo que el bien o servicio proporcionado por una empresa sea percibido por el consumidor como un producto con rasgos privativos respecto a los comercializados por las empresas competidoras.
El Gráfico 1 ofrece las cuotas regionales en marcas y diseños, tomando como referencia el bienio 2022-2023 para atenuar las oscilaciones interanuales de las solicitudes, que han sido ordenadas de mayor a menor en función de la media correspondiente a los dos títulos. Las cuatro comunidades más pobladas absorben los dos tercios de las solicitudes nacionales de marcas y una fracción levemente inferior de diseños. La Comunidad de Madrid lidera claramente las primeras y Cataluña los segundos. La Región de Murcia, al igual que en patentes y modelos de utilidad, vuelve a ocupar una digna posición: 9ª en este caso. Puede apreciarse que nuestro peso es mayor en diseños que en marcas, con cifras respectivas del 2,8% y del 3,7%, que conllevan una media (3,30%) conducente al puesto citado en la ordenación regional, intermedio entre dos comunidades con una población sensiblemente superior a la murciana: Canarias (8ª) y Castilla-La Mancha (10ª).

En el Gráfico 2 se proporciona una ratio porcentual, cuyo numerador es la cuota de cada autonomía en los dos títulos considerados y el denominador es su peso productivo (% del PIB nacional, último año disponible). Por tanto, si este indicador = 100, implica que ambas proporciones coinciden, lo que obviamente se cumple para el conjunto de España. El máximo de marcas se emplaza en La Rioja (138,3%), lo que significa que su participación en las solicitudes nacionales supera en casi un 40% a su aportación al PIB español. El mínimo se ubica en el País Vasco (62,4%), lo que implica que la primera de las proporciones anteriores no alcanza los dos tercios de su contribución productiva. En diseños, Castilla y León encabeza la distribución y el farolillo rojo hay que asignarlo a Cantabria.

La ordenación se realiza en función de la media de las dos ratios anteriores, ocupando La Región de Murcia la 3ª posición, por detrás de La Comunidad Valenciana y Castilla y León. En marcas, el indicador de nuestra comunidad (106%) supera levemente la posición de igualdad entre las dos cuotas intervinientes, mientras que en diseños (141%) la sobrepasa con creces. Nótese que solo hay tres regiones –C. Valenciana, Región de Murcia y Andalucía (a duras penas en diseños)– en las que las dos ratios rebasan el nivel del 100%.
Por tanto, al igual que en patentes y modelos de utilidad, la posición de nuestra comunidad es ventajosa. Habría que analizar con rigor el impacto económico de los cuatro títulos de la propiedad intelectual descritos en esta y la anterior entrega, lo que no es factible con los magros datos facilitados por la OEPM. En efecto, el mediocre emplazamiento de las cuatro comunidades líderes en Gasto empresarial en I+D/PIB en el Gráfico 2 –País Vasco (16º), C. Madrid (7º), Cataluña (10º) y Navarra (8º)– alienta la necesidad de no limitarse solo al input de solicitudes y extender el análisis al rendimiento productivo de patentes, modelos de utilidad, marcas y diseños.