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La Opinión del Experto por Pedro Núñez Del Castillo: El responsable de innovación, el hombre orquesta

miércoles, 28 septiembre 2022

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Si la innovación es la música que recorre la empresa, el responsable de innovación sería el hombre orquesta

Cuando se habla del área de innovación de una empresa, se nos pasan por la mente multitud de conceptos: desarrollo de producto, intraemprendimiento, nuevos negocios, desarrollo de proyectos, financiación de proyectos, innovación abierta, mejora de procesos, experiencia de cliente, Design Thinking, Lean StartUp, Agile, etc…

Para la ejecución de cada de uno de los conceptos anteriores, en algunas grandes empresas hay encargada una persona o equipo por concepto. En cambio, cuando hablamos de PYME´s (el 99% de las empresas), lo ideal es que éstas tuvieran un responsable de innovación, para que se encargue de la ejecución y desarrollo de todos estos conceptos.

Dicho esto, la gran mayoría de empresas no tienen a una persona especializada y con conocimientos en estas actividades de innovación. Y como consecuencia, muchas de estas tareas o bien no se realizan o, en los casos que se llevan a cabo, recaen parcialmente en el encargado de otra área: dirección, calidad, marketing, administración, producción, etc.

Partiendo de que la innovación tiene que abarcar los 360º de la empresa, las principales tareas de un Departamento de innovación las podemos desglosar en 4 grandes pilares:

  1. Creación de cultura de innovación y búsqueda de ideas de negocio, producto, servicio o mejora de procesos
  2. Desarrollo de proyectos de innovación
  3. Financiación de proyectos de innovación
  4. Innovación Abierta y la creación de una red de networking de innovación
  1. ¿Cómo crear una cultura de innovación y encontrar buenas ideas de negocio?

Para poder crear una cultura de innovación dentro de la empresa, lo primero y fundamental es que la Dirección de la empresa esté comprometida con ésta (nueva) cultura innovadora.

Remarcar que implementar esta cultura no es tarea fácil (habla la voz de la experiencia), por lo que antes de nada tendríamos que desarrollar un sistema de innovación con unos procesos estandarizados sencillos. Pudiendo servirnos para ello de metodologías como el Lean Startup o la Norma ISO 166.001 de Gestión de la I+D+i, pero siempre teniendo en cuenta la idiosincrasia de la empresa.

Para canalizar las ideas desde los diferentes equipos, tenemos que crear unos canales adaptados a cada grupo de interés de la empresa: trabajadores de primera línea, mandos intermedios, directores, proveedores, clientes, etc. Puesto que sea cual sea la idea, lo importante es que ésta llegue a la empresa y sea recopilada en un Repositorio de ideas.

Además, para fomentar que los trabajadores nos faciliten sus ideas de negocio, productos, servicios o mejora de procesos, es ideal crear unos incentivos para las mejores ideas que se aporten.

Estos incentivos los podemos dividir en 2 tipos:

  • Incentivos Monetarios: un estímulo económico por cada idea que se considere potencialmente explotable, una cantidad porcentual de los ingresos o beneficios generados en X años por esa idea, un % de acciones de la nueva empresa creada para esa nueva idea, etc.
  • Incentivos No Monetarios: un reconocimiento público de la idea, un viaje, un curso de formación, un tiempo de su jornada de trabajo para desarrollar la idea, etc.

Por último, no podemos esperar que de la noche a la mañana nos faciliten ideas innovadoras un equipo de personas sin formación en innovación. Por lo que es recomendable presentarles nuestro (nuevo) sistema de innovación, incentivos y darles una breve formación en gestión de la innovación, creatividad y generación de nuevas ideas de negocio.

  • ¿Cómo podemos desarrollar los proyectos de innovación?

El sistema de innovación que desarrollemos debe tener en cuenta el proceso desde la recopilación de la idea y su introducción en el Repositorio de ideas, hasta la finalización de ésta y/o su trasmisión al departamento correspondiente.

En el desarrollo de proyectos “innovadores” (dícese por innovadores aquellos proyectos con una incertidumbre alta o requerimientos poco claros para su desarrollo) podemos utilizar la metodología Agile o la metodología Lean Startup. Con ésta ultima, podríamos desarrollar un Producto Mínimo Viable (PMV) para poder lanzarlo al mercado y testearlo, pudiendo así obtener nuevas necesidades de los usuarios/clientes, y posteriormente avanzar a una segunda o tercera fase de su desarrollo con las necesidades mejor definidas. En este tipo de proyectos es necesario para su cumplimiento un plazo, un presupuesto y un criterio de éxito bien definido.

3. ¿Cómo se financian los Proyectos de Innovación? y 4. ¿Cómo fomentar la Innovación Abierta? Son 2 preguntas estratégicas para un Departamento de innovación que analizaremos en otro artículo.

Para finalizar, quiero resaltar la necesidad de fomentar la cultura y la formación en gestión de la innovación en las empresas, de forma que los proyectos sean exitosos y contribuyan a la mejora de la competitividad empresarial.

Pedro Núñez Del Castillo

Miembro del equipo del EMURI

Responsable de desarrollo de producto del Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN)