«Lo único que permanece constante es el cambio» – Heráclites de Éfeso (535 a.c.), filósofo griego
¿Os suena la frase “si va bien no lo cambies”? ó ¿”si una cosa funciona no la toques”? Se tratan de expresiones bastante usadas por empresarios, pero creo que no por mucho tiempo. No sé si es por mi vocación por la creatividad o por mi inconformismo sobre lo establecido, esto de no cambiar cuando nos va bien es una de las frases que más me inquieta. Y es que esto de cambiar siempre nos supone incertidumbre y riesgo, por mucho que seamos capaces de medir su impacto y resultados de antemano.
En el día a día empresarial vemos que es preciso aprovechar las mejores ideas cuando llegan y, a menudo, esto es lo más difícil: descartar viejas ideas, esas que pertenecen al legado y que permitieron desarrollar la empresa, crecer y llegar al estado actual, pero que ante los nuevos retos muestran cierta resistencia. Retos de cambios en el mercado, retos de nuevas preferencias del cliente por productos de la competencia o retos para la incorporación de nuevas tecnologías al modelo de negocio. Es esta una de las barreras para el desarrollo de la innovación en la empresa, que necesita la transformación del legado cultural y cambiar el statu-quo del personal, para adquirir nuevas ventajas competitivas. Hablamos de ese cambio necesario para incorporar elementos orientados a la flexibilidad, agilidad y adaptabilidad, claves para una exitosa gestión del cambio.
Vivimos momentos de gran incertidumbre donde la palabra cambio empieza a reconocerse como algo que gestionar más que como algo que evitar. Aparecen perfiles profesionales con la denominación de gestores del cambio, pero echemos un vistazo al concepto ‘cambio’. Si repasamos la diferencia entre cambio (change) y oportunidad (chance), una sola letra, podemos intuir el por qué de la actitud frente al cambio de las distintas culturas empresariales:
- Italiano, español y francés usan dos palabras diferentes, en italiano crisi y cambiamento; en español crisis y cambio; en francés crise y chance.
- En la cultura anglosajona como hemos visto, son dos concepto muy unidos separados por una sola letra.
- En árabe la palabra فرص significa «azar» y proviene de una raíz que significa «abrir».
- En chino, no existe la diferencia entre cambio y azar, se usa una sola palabra, weiji, significa «crisis» y «oportunidad”, dos caras en un mismo concepto.
Vemos que la palabra cambio y crisis están muy unidas en unas culturas mientras que en otras, cambio y oportunidad están unidas en una misma palabra. Curiosamente son esas culturas las que ahora son los ejes de la economía mundial. Uno de los biógrafos de Elon Musk, Adrian Daub, profesor de Standford, cree que Musk vende una ilusión: “la de que nunca tendremos que cambiar”. ¿Será porque él mismo es quien marcará esos cambios para que no tengamos que adaptarnos o ser parte de los mismos?, ¿se reserva todo el protagonismo y nos deja solo el papel de espectadores y fieles consumidores de sus innovaciones?.
Pablo Isla, exCEO de Inditex, señaló en el último South Summit que “innovar no es cambiar por cambiar”, “ innovación somos todos”. Según Isla: ”la innovación es un estado mental”, esto es, no tener miedo a los cambios «y nunca estar satisfecho”. Y en esto de no tener miedo a los cambios, pues nos ponemos un montón de excusas que argumenten nuestro comportamiento porque como bien apunta el proverbio árabe, el que quiere cambiar siempre tiene una razón y el que no, siempre tiene una excusa:
- La tecnología no va conmigo: Por sí sola no hace innovación, pero impacta poderosamente en su desarrollo y escalabilidad.
- A mi eso no me afecta: Nos afecta todo. En un mundo globalizado las conexiones son mucho más de lo que imaginamos, recordemos el efecto mariposa.
- Ya está todo inventado: Nada más lejos de la realidad. Los consumidores cambiamos constantemente y, por ende, los productos y las empresas que los ofrecen.
- No tengo medios suficientes: Innovar arranca con grandes dotes de creatividad, de conectar e imaginar que no consumen grandes recursos, así como de aprovechar oportunidades.
- Ya vendrán tiempos mejores: ¿Y si no vienen?.
- Soy demasiado pequeño: No vivimos tiempos en los que el pez grande se come al chico, sino en tiempos en los que el rápido se come al lento, y del que posee más conocimiento frente al más complaciente.
- No te puedes imaginar aquí lo difícil que es innovar… : Se trata de pasar a la acción.
¡Atrévete a cambiar!, conecta tus inquietudes y fortalezas, tu experiencia y conocimiento, tu compromiso y energía con https://emuri.es, tu sitio en la comunidad innovadora regional.
Juan Francisco Abad,
Director de Proyectos EMURI.