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La Opinión del Experto por Pedro Juan Martín: “El valor de la gestión del fracaso en la innovación”

Friday, 26 April 2024

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Cuando una empresa decide sacar un nuevo producto, está jugando a lo grande porque es clave para su futuro, ya que innovar es necesario para seguir siendo relevante y descubrir nuevas oportunidades de mercado. Pero innovar es un camino con muchas trampas. A veces, las empresas no captan lo que quieren los clientes o subestiman a la competencia, y eso puede mandar al traste hasta la mejor idea. Es más, el 70% de los nuevos productos fracasa y desaparece en menos de tres años, ya sean ideas super novedosas o simples mejoras. Este alto índice de fracaso muestra que lanzar un producto es complicado. Pero cada fracaso se debe convertir en una lección, pues lo podemos tomar como un experimento para aprender y mejorar.

Ante esta realidad expuesta anteriormente, surge una pregunta fundamental: ¿Es posible extraer aprendizajes valiosos de los fracasos en el desarrollo de nuevos productos? La respuesta es un rotundo sí, ya que la innovación, por su propia naturaleza, implica la experimentación y el riesgo de fracaso.  Por ello, requiere de un orden y un método que contemple el concepto de “gestionar el fracaso” mediante la innovación incremental. Es un proceso reiterativo, recurrente que no tiene fin, en palabras de W. Churchill; “El éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”. Ya que, dentro de cada fracaso yace un conjunto de lecciones cruciales que, si se identifican y analizan correctamente, pueden proporcionar ideas brillantes para futuras iniciativas e innovaciones.

En consecuencia, gestionar el fracaso en el proceso de innovación es fundamental y para ello es necesario entender mejor las principales causas que lo provocan, con el fin de conocer y reflexionar sobre ellas para mitigar errores y fracasos en futuras iniciativas de innovación. Además, un análisis detallado puede revelar oportunidades críticas para mejorar los esfuerzos de innovación y aumentar las tasas de éxito. En este sentido, sería conveniente preguntarnos: ¿Cuántas de estas situaciones están ocurriendo actualmente en mi organización?

Las 10 principales causas de fracaso en el desarrollo de nuevos productos

  • Falta de respaldo por parte de la dirección en los proyectos de innovación.
  • Falta de una estrategia para innovar en la organización.
  • Falta de comunicación a todos los niveles de la organización.
  • Falta de orientación de mercado.
  • Falta de “aprobaciones” durante el proceso de desarrollo, que le permitan a la dirección evaluar si las “etapas” (idea o concepto, prototipos y estrategia de lanzamiento) van cumpliendo con lo esperado.
  • Evaluaciones de proyecto incompletas, poco rigurosas o inexistentes.
  • No existe un proceso de innovación consensuado entre todas las áreas de la empresa.
  • No se aplica una metodología probada ni para hacer la evaluación, planificación y seguimiento de los proyectos, ni para liderar los equipos.
  • Focalización excesiva sobre objetivos de producción y comerciales de productos ya existentes descuidando los proyectos de nuevos productos o procesos.
  • Una estructura organizacional basada en áreas funcionales que compiten, en vez de colaborar entre ellas.

Vemos así que los fracasos en la innovación, lejos de ser meros obstáculos, son escalones en el proceso de aprendizaje y crecimiento empresarial. La clave reside en cómo las personas y las organizaciones eligen enfrentar y transformar estas experiencias en cimientos sólidos para futuras victorias. Por ello, es fundamental la habilidad para levantarse tras un revés, armados con un conocimiento más profundo y una determinación inquebrantable, es lo que finalmente podemos apoyarnos para alcanzar logros significativos y duraderos. La experiencia derivada del fracaso en la innovación es una fuente invaluable de aprendizaje y crecimiento, ofreciendo lecciones cruciales que pueden iluminar el camino hacia futuras victorias en el desarrollo de nuevos productos. Por ello, reconocer y analizar los fracasos no solo permite identificar y comprender los factores que contribuyeron a ellos sino también establecer estrategias para evitar errores similares en el futuro. El fracaso, lejos de ser un punto final, actúa como un catalizador que impulsa la necesidad de adoptar enfoques más audaces y creativos. Esta mentalidad es esencial para superar los errores y explorar nuevas direcciones. A través de este proceso, se fomenta la innovación alentando a los equipos a aprender de los contratiempos y a utilizar esos conocimientos para fortalecer sus futuras iniciativas. En última instancia, enfrentar y transformar los fracasos en oportunidades es lo que permite a las organizaciones avanzar, mejorando continuamente y caminando hacia el éxito en la innovación.

Dr. Pedro Juan Martín Castejón, profesor de Marketing de la Universidad de Murcia y miembro del Consejo Directivo de Expertos en Marketing del Consejo General de Economistas de España.

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