Definida la posición de España en el conjunto de UE-27 en la Newsletter anterior, destinaremos la presente a describir la situación de la Región de Murcia en el escenario autonómico nacional. Para ello, complementaremos el indicador habitual –Gasto I+D/PIB (%)– con otros dos que, a pesar de su relevancia, son mucho menos utilizados. El primero se refiere al total de recursos movilizados y mediante el Gráfico 1 puede comprobarse que el gasto interno español en I+D se caracteriza por un elevado grado de concentración territorial. Así, en 2023, C. Madrid y Cataluña aportaron conjuntamente algo más de la mitad (51,0%) del esfuerzo inversor nacional, que se cifró en 22.379 millones de €. La anterior fracción supone una cuota de las dos comunidades sensiblemente superior a la correspondiente al PIB español (38,4%) en ese mismo año. En un distante segundo escalón se ubican tres regiones: Andalucía, País Vasco y C. Valenciana. El nivel de las doce comunidades restantes desciende por debajo de los mil millones de €, con un gasto que, entre todas ellas, es claramente inferior (4.903 millones) al de cada uno de las dos regiones que lideran la ordenación reflejada en el Gráfico 1. La Región de Murcia se encuentra en la décima posición con un gasto de 426 millones de €, ubicada entre Navarra y Castilla-La Mancha.

Otro indicador disponible es el Gasto interno en I+D per cápita (C) que equivale al producto de dos conocidas ratios: Gasto en I+D/PIB (A) y PIB/Población (B), tal como se puede comprobar en la Tabla 1. A mayor esfuerzo inversor y superior PIB per cápita, más elevado será lógicamente el gasto por habitante. La inversión presenta un notable grado de dispersión en términos de PIB, al cuadriplicar el registro del País Vasco –única comunidad con un esfuerzo superior a la media de UE-27– al de Canarias. Pero el abanico se amplifica ostensiblemente en el gasto per cápita, debido al efecto de que hay una evidente relación positiva entre esfuerzo inversor y renta por habitante, de tal forma que el resultado vasco no está lejos de septuplicar al canario. En el caso de este indicador, son dos las comunidades que rebasan la media europea por efecto de que la renta madrileña por habitante es mayor que la de UE-27 y compensa su menor esfuerzo inversor.
La Región de Murcia, que ocupa la décima posición en lo que concierne al Gasto interno I+D/PIB, desciende un puesto cuando se referencia a la población, ya que su PIB per cápita se cifró en el 83,6% de la media nacional en 2023. El gasto per cápita en I+D interna de nuestra comunidad se limitó a 275 € por habitante –prácticamente el mismo que el de Asturias y Cantabria–, lo que representó algo menos del 60% de la media española y de la tercera parte de la de UE-27. La divergencia sistémica entre el esfuerzo inversor per cápita de las regiones avanzadas y rezagadas cobra tal dimensión que refleja meridianamente las enormes dificultades para que se pueda producir una convergencia interregional en el importante tema que nos ocupa.

Por último, el Gráfico 2 da cuenta de la evolución de las ratios A y C de la Tabla 1 en la Región de Murcia y en España respecto a la media de UE-27, a lo largo del periodo comprendido entre 2015 y 2023. Es decir, los datos regionales de 2023 expresan que el Gasto I+D/PIB es inferior a la mitad (47,1%) del registro europeo, descendiendo a menos de la tercera parte (32,3%) en la inversión per cápita como consecuencia de una renta por habitante notablemente inferior a la de UE-27 (Tabla 1).

No obstante, lo más importante es que, desde 2020, el nivel relativo del gasto regional está estancado a diferencia del nacional. Es más, se manifiesta incluso una leve tendencia a la baja porque en ambos indicadores la cota regional más elevada se emplaza en 2020. La Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación (2021-2027) tiene como objetivo central que, en 2027, el Gasto interno en I+D se sitúe en un 2,12% del PIB: ardua tarea.
En cuanto a la Región de Murcia, si no es capaz de quebrar de forma terminante la tendencia del trienio 2021-2023 lo que cabe prever es una brecha creciente respecto a las medias nacional y europea: adverso resultado.