La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico está integrada por 37 países que, en general, poseen una elevada renta por habitante en el contexto mundial. Uno de sus objetivos es el análisis de la ciencia y la tecnología como vector básico del crecimiento económico y el bienestar social. En el gráfico que se puede observar aquí abajo se proporciona el gasto realizado por el conjunto de la OCDE, España y la Región de Murcia en Investigación y Desarrollo Tecnológico (I+D) en términos de PIB, a lo largo del último decenio.
Gasto total interno en I+D/PIB (%)
La media de la OCDE (2,48%) en 2019 –último año disponible– se asocia con un grado de dispersión elevado. Los niveles de los países líderes, Israel y Corea del Sur, doblan el anterior registro, mientras que los de los más rezagados, México y Colombia, se sitúan en torno a la décima parte del mismo. Solo cuatro estados de la UE –Alemania, Austria, Bélgica y Suecia– sobrepasan levemente el umbral del 3%, que fue el objetivo de la agenda Europa 2020, fijado en 2010, para garantizar un crecimiento inteligente, es decir, para incorporar el conocimiento a la producción de bienes y servicios y acrecentar su competitividad en la economía global. España, Grecia, Italia y Portugal ni tan siquiera alcanzan la mitad de dicho umbral.
El gráfico muestra la senda del esfuerzo inversor en I+D de España y la Región de Murcia. A nivel nacional, baste señalar que el registro de 2010 (1,40%) solo se iguala en 2020 (1,41%), después de haber registrado un mínimo (1,19%) en 2016. Nuestra comunidad padece un crónico diferencial negativo respecto al conjunto de España, si bien hay que señalar que, desde 2015, se ha ido recortando de forma gradual y, en 2020, alcanza su cifra más reducida en términos relativos: 80,9% del registro español. Debe tenerse en cuenta que, en ese último año, la pandemia provocó un descenso del PIB del 10,3% en España y del 8,1% en la Región de Murcia, lo que ha contribuido al repunte del indicador que se observa en el gráfico, sobre todo a escala nacional. En efecto, el montante del gasto realizado en I+D en términos absolutos tan solo creció un 1,3% en la economía española, frente a un 5,5% en la regional, al ascender de 323,5 millones de euros en 2019 a 341,2 millones en 2020. Por último, dentro de lo que cabe, subrayemos otro dato positivo: por habitante, en 2020, ocupamos el puesto 13º entre las 17 CCAA en lo que respecta al PIB y el 10º en lo que se refiere a gasto en I+D.