La próxima gran ola de financiación europea ya tiene fecha y una cifra difícil de ignorar: 175.000 millones de euros. Así es como la Comisión Europea perfila el nuevo Programa Marco de I+D+i para el periodo 2028-2034, con un aumento presupuestario del 83% respecto al actual Horizonte Europa.
Pero, a pesar de estos grandes números, la pregunta clave sigue siendo la misma: ¿Cómo accede una pyme, start-up, universidad o gobierno (ya sea local, autonómico o nacional) a estos fondos?
Desde mi experiencia como consultora en financiación de la innovación, puedo afirmar que, con una estrategia clara y estructurada, cada vez más organizaciones españolas y murcianas logran posicionarse con éxito en el ecosistema europeo.
Aquí comparto las claves para hacerlo con criterio:
- Identifica la oportunidad adecuada. El primer paso es comprender que la Unión Europea financia aquellas ideas que contribuyen de manera directa a sus grandes retos: digitalización, defensa, transición verde, salud pública, resiliencia energética, entre otras. Por tanto, debemos entender y preparar las capacidades tanto técnicas como financieras y alinearlas con los programas y convocatorias correctas. Acertar aquí es ganar tiempo y aumentar probabilidades de éxito. Un error muy común es intentar adaptar tu proyecto a una convocatoria solo por la financiación. Mi consejo es que encuentres la convocatoria donde tu experiencia sea necesaria y estratégica para tus fines a largo plazo.
- Construye un perfil europeo. Las organizaciones han de tener amplia presencia en y para Europa. Se trata de contar tus capacidades como entidad de forma clara y profesional: qué haces, cómo lo haces y qué puedes aportar en el proyecto y en Europa. Desde tu experiencia previa, hasta capacidades técnicas y equipamiento, pasando por las líneas de investigación e innovación en las que estás trabajando actualmente.
- Encuentra a los socios adecuados: Los proyectos europeos de I+D+i suelen ser de carácter colaborativo entre varias entidades de distintos Estados Miembros, y cuanto más heterogéneo geográficamente, mejor. Formar parte de un consorcio multiplica los resultados y el impacto de tu idea, por lo que rodearte de socios implicados y competentes, importa y mucho.
El networking europeo es un punto clave del proceso. Se trata de vender las capacidades y la experiencia de la entidad en espacios altamente cualificados, como los eventos de matchmaking de la CE (online), los INFO DAYS en Bruselas presenciales, o las plataformas europeas de colaboración como B2Match y el portal Funding&Tenders.
Exige preparación, una narrativa clara y mucha proactividad para presentarse de forma convincente y generar conexiones que puedan traducirse en proyectos reales. Aquí, entra en juego el rol del desarrollador de negocio dentro de cada organización: alguien capaz de, en una breve reunión, transmitir con claridad qué se hace, cómo se hace, y por qué esa experiencia es imprescindible en el proyecto.
- Prepara a conciencia la expresión de interés o “concept note”. Antes de lanzarte a buscar el consorcio de excelencia para la propuesta conviene difundir el proyecto para darle visibilidad. Se trata de un documento potente que resume el concepto, objetivos, valor añadido y rol dentro del futuro consorcio. Mi consejo es compartir, cuanto más, mejor, ya que implica validar el enfoque y abrir conversaciones con coordinadores y/o socios potenciales.
- Negocia la participación en el consorcio. Una vez dentro de un consorcio hay que negociar la posición, tareas y presupuesto. Desde la distribución del trabajo, hasta el liderazgo de las tareas, pasando por los compromisos financieros, la gestión de derechos de propiedad intelectual. Todo debe quedar claro y consensuado. Esta fase es clave para que el proyecto sea realista, viable y justo para todas las partes
¡Y ya estás listo para conquistar Europa!
Murcia lo sabe bien. En solo tres años, más de cincuenta entidades de la Región entre empresas, universidades y centros tecnológicos se han embarcado proyectos europeos. Eso quiere decir que las ideas murcianas hoy se están desarrollando junto a investigadores finlandeses, centros agrícolas en Italia o expertos en digitalización de Bélgica. Con esta colaboración transnacional están transformando su experiencia local en soluciones con impacto, dejando su huella en la agenda europea.
Nada de eso sería posible sin una apuesta decidida por dinamizar un ecosistema innovador que cree en la colaboración internacional y en la I+D+i comunicando cómo innova cada agente en su ámbito.
En ese contexto, espacios como EMURI juegan un papel fundamental: facilitan conexiones, visibilizan capacidades y generan la confianza necesaria para que el conocimiento fluya, se amplifique y termine traduciéndose en proyectos concretos.
Esa es la verdadera transformación en I+D+i europea que ya está en marcha.
Almudena Sánchez Ferrer,
Consultora de proyectos de innovación y fondos europeos y miembro del equipo de trabajo del EMURI.



