A la hora de ofrecer información, el INE contempla siete áreas en las que se pueden concretar la innovación en el proceso de negocio, que son las reflejados en la tabla de aquí abajo. Por un lado, los problemas de frontera entre algunas de ellas son importantes y, por otro, una empresa ha podido abordar a lo largo del trienio mejoras en más de una de esas líneas, razón por la cual el total de empresas innovadoras es muy inferior a la suma de las innovaciones introducidas en los siete campos.

Número de empresas innovadoras en proceso de negocio por tipo de innovación. Trienio 2018-2020.

El número de empresas de la Región de Murcia con alguna innovación de su proceso de negocio en el citado trienio se eleva a 1.089. Algo más de la mitad materializaron avances en sus Métodos de producción de bienes o servicios. Información y comunicación –bases de datos, páginas web…–, ocupa el segundo lugar, con un 43,2% de empresas implicadas, seguida de cerca (41,3%) por Administración y contabilidad –gobierno corporativo, auditoría…–. Las empresas que innovaron en la Gestión de recursos humanos –formación, servicios de prevención…–  alcanzan el 28,6% y las que lo hicieron en Ventas y marketing –estudios de mercado, help-desk…– el 21,7%. Los dos campos restantes tienen una relevancia notoriamente inferior.

Peso de la Región de Murcia en las empresas innovadoras españolas en proceso de negocio (%). Trienio 2018-2020.

El gráfico refleja la participación de las empresas regionales en el total nacional y es un simple complemento de la tabla anterior. En primer lugar, la comunidad aporta el 3,43% de las empresas españolas innovadoras en este amplio terreno, lo que vuelve a ser, como en la innovación de producto, una cifra destacada. Desde esta perspectiva, el campo con mayor contribución regional es Administración y contabilidad (4,07%), sobrepasando asimismo Recursos humanos (3,56%) y Métodos de producción (3,51%) la mencionada cuota agregada. Un poco por debajo se emplazan Distribución y logística (3,21%) e Información y comunicación (3,19%). Y con una cuota regional sensiblemente inferior se emplazan Marketing y ventas (2,62%) y Organización y relaciones externas (2,43%).

Una empresa puede ser innovadora sin realizar todos los años las actividades que permiten calificarla como tal. Por ello, el INE proporciona información que se refiere a las empresas que, a lo largo del trienio 2018-2020, afrontaron labores de innovación en diferentes ámbitos. Un indicador –tan sencillo como robusto– del esfuerzo en esta estratégica área es el porcentaje de empresas que, en cada comunidad autónoma, introdujeron alguna innovación en al menos uno de los ejercicios del citado trienio.

Proporción de empresas innovadoras (%). Trienio 2018-2020. Sede social en la comunidad autónoma.

Empresas ≥ 10 asalariados.
           Fuente. Elaboración propia a partir de INE: Encuesta sobre innovación de las empresas


El gráfico que vemos arriba muestra que la Región de Murcia ocupa un meritorio puesto. La fracción de las empresas innovadoras se cifró en un 24,32%, muy similar a la media nacional (24,46%), lo que le permite situarse en la 7ª plaza entre las 17 autonomías españolas, en una ordenación liderada claramente por el País Vasco (32,29%). Hay que resaltar que la posición aventajada de nuestra comunidad en esta estratégica área empresarial es muy poco habitual en el amplio repertorio nacional de indicadores socioeconómicos.

La innovación puede ser de producto y de procesos de negocio. El segundo tipo se refiere a un proceso nuevo o mejorado para una o más funciones de negocio que difiere significativamente de los implementados previamente por la empresa. Incluye seis grandes campos: Producción de bienes y servicios; distribución y logística; marketing y ventas; administración y gestión; sistemas de información y comunicación; y, por último, uno con espinosos problemas de delimitación, denominado desarrollo de los productos y procesos de negocio.

           Distribución de las empresas por tipo de innovación (%). Trienio 2018-2020.


          Fuente. Elaboración propia a partir de INE: Encuesta sobre innovación de las empresas.

Esta tabla proporciona la distribución de las innovaciones en función de los dos tipos, pudiendo advertirse que no ha habido grandes diferencias a nivel regional y nacional:

a) Las innovaciones exclusivamente de producto han sido minoritarias.

b) Las dirigidas únicamente al proceso de negocio han implicado a un grupo mucho más numeroso de empresas.

c) Y por muy poco en España, pero de forma más acentuada en la comunidad, la proporción más alta corresponde a las empresas que han introducido innovaciones en las dos vertientes.

El Instituto Nacional de Estadística, mediante la fuente citada en la tabla adjunta, viene realizando un provechoso trabajo sobre innovación empresarial; cuestión harto compleja, dado que se trata de una materia de difícil definición y cuantificación. No podemos detenernos en la metodología aplicada, pero para una cabal comprensión de los datos es preciso aclarar, al menos, cuatro criterios de tal operación estadística:

a) El universo está constituido por las empresas con un mínimo de 10 asalariados.

b) Los resultados se refieren al territorio donde se realizó el gasto, con independencia del lugar donde radique la sede social.

c) Todas las empresas que emprendan actividades de I+D, interna o externa, son consideradas innovadoras.

d) A las que hay que añadir las que afronten gastos que, no formando parte de las labores de I+D,  cumplan determinadas y estrictas condiciones en seis campos: Ingeniería y diseño, Marketing y valor de marca, Desarrollo de software y bases de datos, Adquisición o arrendamiento de un derecho de propiedad intelectual, Cursos de formación del personal y Compra o alquiler de ciertos bienes de equipo.

Número de empresas innovadoras, gasto realizado y distribución según tipo de gasto en España y Región de Murcia durante 2020

A lo largo de 2019 –que es el año de referencia para la recogida de la información– alrededor de la octava parte de las empresas españolas y murcianas de la muestra realizaron alguna actividad innovadora, lo que supone una digna cuota regional del 3,61%. No obstante, nuestra participación en el gasto nacional se limitó a un 1,80%, lo que implica que su importe medio anual (406.900 €) se situó en la mitad de la cifra nacional (gráfico adjunto).

Gasto realizado medio por empresa innovadora Miles € en España y Región de Murcia durante 2020

Sin duda, la menor presencia de grandes empresas en nuestro entramado productivo contribuye a explicar ese abultado diferencial.

La distribución por tipo de gasto es muy similar. Es de interés resaltar que, prácticamente, el 70% de las empresas innovadoras murcianas y españolas no realizaron actividades de I+D interna en 2019, es decir, la innovación se canalizó mayormente por dos vías alternativas:

a) La I+D externa, un recurso minoritario, consistente en la obtención de conocimientos científicos y tecnológicos generados fuera de la empresa a través de contratos o convenios

b) Otros gastos, que no constituyen I+D, que es el procedimiento del que se sirven cerca del 60% de las empresas y que remiten al amplio repertorio de tareas que propician una innovación en los seis campos descritos.

Este análisis sobre la distribución del gasto en I+D por sectores de ejecución manifiesta la precariedad del Gasto en I+D/PIB de las economías murciana y española en el contexto de la Unión Europea (UE). Además, hay que señalar que tan importante como ese input, son los resultados alcanzados (output), que dependen en buena medida de la distribución del esfuerzo entre los agentes implicados en tres vertientes: investigación básica, aplicada y desarrollo experimental. Esta última es la más conectada con el tejido productivo, al afectar a la generación de conocimientos que se orientan hacia la obtención de nuevos o mejores productos y procesos de fabricación y, por tanto, constituye la base determinante de la competitividad empresarial en la economía global. En ella, el protagonismo debe ser ejercido por las empresas, con independencia de que sea factible una eficiente colaboración con determinados organismos de la Administración pública (CSIC/CEBAS, INIA, IMIDA, CIEMAT, CDTI…) y con grupos universitarios de investigación.

La información deja al margen el sector ISFLSH –instituciones privadas no lucrativas– dado que su papel es, en todos los países, muy residual en el gasto total. Ambos gráficos muestran que:

  • El sector empresarial español adolece de un manifiesto déficit de gasto. En términos de PIB, se sitúa en un 0,78%, en torno a la mitad del realizado en el conjunto de la UE y a la tercera parte del registrado en Alemania. Por otro lado, su cuota en el gasto total equivale a un 55,6%, a diez puntos de la media de UE-27, ampliándose levemente el diferencial negativo respecto a Alemania. Esa carencia se agrava considerablemente en la Región de Murcia, donde el peso de las empresas ni tan siquiera supone el 50% del gasto total y se limita al 0,55% del PIB. Por consiguiente, la financiación del desarrollo experimental parte de una desventaja comparativa evidente.
  • La Administración Pública y la Enseñanza superior elevan su participación conjunta al 44,1% en España y al 33,5% en UE-27, pero nótese que, en relación con el PIB, la cifra es menor: 0,63% y 0,78%, respectivamente. En la Región de Murcia, al déficit empresarial hay que añadir el de la Administración Pública, de tal forma que la asignación de las universidades presenta un destacado máximo, aunque solo supere a la de España si se refiere al PIB.
  • Así pues, no se trata de que, en el contexto de la UE, el gasto de las instituciones públicas españolas y murcianas sea alto, sino de que el de los respectivos sectores empresariales es muy bajo. Hecho que lastra los resultados productivos que se derivan de las actividades de I+D en España y, particularmente, en la Región de Murcia.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico está integrada por 37 países que, en general, poseen una elevada renta por habitante en el contexto mundial. Uno de sus objetivos es el análisis de la ciencia y la tecnología como vector básico del crecimiento económico y el bienestar social. En el gráfico que se puede observar aquí abajo se proporciona el gasto realizado por el conjunto de la OCDE, España y la Región de Murcia en Investigación y Desarrollo Tecnológico (I+D) en términos de PIB, a lo largo del último decenio.

Gasto total interno en I+D/PIB (%)

Gasto en I+D interna respecto al PIB a precios de mercado por comunidades autónomas donde se realizaron actividades de I+D interna. Serie 2000-2020

La media de la OCDE (2,48%) en 2019 –último año disponible– se asocia con un grado de dispersión elevado. Los niveles de los países líderes, Israel y Corea del Sur, doblan el anterior registro, mientras que los de los más rezagados, México y Colombia, se sitúan en torno a la décima parte del mismo. Solo cuatro estados de la UE –Alemania, Austria, Bélgica y Suecia– sobrepasan levemente el umbral del 3%, que fue el objetivo de la agenda Europa 2020, fijado en 2010, para garantizar un crecimiento inteligente, es decir, para incorporar el conocimiento a la producción de bienes y servicios y acrecentar su competitividad en la economía global.  España, Grecia, Italia y Portugal ni tan siquiera alcanzan la mitad de dicho umbral.

El gráfico muestra la senda del esfuerzo inversor en I+D de España y la Región de Murcia. A nivel nacional, baste señalar que el registro de 2010 (1,40%) solo se iguala en 2020 (1,41%), después de haber registrado un mínimo (1,19%) en 2016. Nuestra comunidad padece un crónico diferencial negativo respecto al conjunto de España, si bien hay que señalar que, desde 2015, se ha ido recortando de forma gradual y, en 2020, alcanza su cifra más reducida en términos relativos: 80,9% del registro español. Debe tenerse en cuenta que, en ese último año, la pandemia provocó un descenso del PIB del 10,3% en España y del 8,1% en la Región de Murcia, lo que ha contribuido al repunte del indicador que se observa en el gráfico, sobre todo a escala nacional. En efecto, el montante del gasto realizado en I+D en términos absolutos tan solo creció un 1,3% en la economía española, frente a un 5,5% en la regional, al ascender de 323,5 millones de euros en 2019 a 341,2 millones en 2020. Por último, dentro de lo que cabe, subrayemos otro dato positivo: por habitante, en 2020, ocupamos el puesto 13º entre las 17 CCAA en lo que respecta al PIB y el 10º en lo que se refiere a gasto en I+D.